Neuroarquitectura: Iluminando los procesos cognitivos en el espacio

La neuroarquitectura es una tendencia que está tomando gran importancia en las industrias de diseño y construcción. En la última década, hemos visto cómo diversas disciplinas y ciencias han hecho descubrimientos que ponen en el centro de la conversación el enfoque humano, acercándonos a una visión más holística del quehacer profesional y sus efectos en las personas. 

Así, sabemos que la cronobiología brindó las bases para lo que hoy conocemos como iluminación centrada en las personas o human centric lighting. Esta nueva corriente involucra tanto a diseñadores de iluminación, fabricantes y especificadores en la creación de iluminación artificial que siga el ritmo de la luz natural, facilite la creación de ambientes adecuados para cada tarea, con un enfoque geocultural y, sobre todo, que no interfiera con la salud y los ciclos circadianos de las personas. 

Por su parte, desde finales de la década de 1990, la arquitectura tuvo una colisión con la neurociencia, dando lugar a la neuroarquitectura. Esta disciplina, que inicialmente surgió como el estudio de los efectos que tiene el espacio construido en el cerebro humano, se ha transformado en el diseño arquitectónico enfocado en el bienestar de quienes habitan el espacio.

¿Cómo genera bienestar la neuroarquitectura?

Algunos estudios en neurociencia cognitiva han demostrado que el proceso cognitivo en las personas no solo se lleva a cabo en un plano mental a través del cerebro, sino que también influye la totalidad de nuestro cuerpo, así como el espacio en el que nos desenvolvemos. 

Tomando en cuenta que las personas pasamos gran parte de nuestra cotidianidad en espacios construidos, era inevitable extrapolar estos descubrimientos hacia otras áreas como la arquitectura y el diseño. 

Actualmente, gracias a la neuroarquitectura sabemos que un espacio puede provocar sensaciones agradables o de aflicción en las personas. A través de la distribución del espacio, la entrada de luz natural, la inclusión de áreas verdes, el uso del color, las formas y otros elementos arquitectónicos, las personas podemos asociar el espacio con memorias de experiencias agradables o desagradables, lo cual también afectará las actividades que ahí se desarrollen. 

Se ha comprobado que el diseño arquitectónico influye directamente en la recuperación de los pacientes dentro de hospitales; también, en los procesos cognitivos de aprendizaje dentro de los espacios educativos. 

Sin duda, la neuroarquitectura brinda grandes beneficios que trascenderán más allá de una tendencia y esta rama se convertirá un pilar importante dentro de la formación integral de la arquitectura, tanto en la educación como en su praxis. 

La iluminación como principio de la neuroarquitectura

Aunque los avances en iluminación centrada en las personas y neuroarquitectura se han realizado desde distintos campos de estudio, es un hecho que ambos convergen en el mismo punto: el bienestar de las personas. 

Cuando se habla de luz o iluminación en el proceso de diseño de espacios arquitectónicos, suele pensarse que se trata únicamente de las entradas de luz natural. Sin embargo, en la industria de la iluminación se está trabajando continuamente por generar nuevas soluciones biodinámicas que aporten iluminación artificial en los momentos y cantidades adecuadas. 

Sin duda, el trabajo interdisciplinario entre diseño de iluminación y neuroarquitectura arrojará nuevos y mejores resultados desde una perspectiva más humana y de bienestar.

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