En México, el sector industrial representa el 33.4% del consumo energético total, siendo la electricidad su recurso principal, según datos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).
La actividad industrial constituye un porcentaje importante en el consumo energético global, esto conlleva impactos significativos en el medio ambiente. Estas cifras destacan la urgencia de adoptar medidas que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y carbono, para enfrentar el cambio climático.
Para alcanzar los objetivos globales de limitar el aumento de la temperatura a 1.5 °C y reducir las emisiones de CO2 a la mitad para 2030, dictados por las Naciones Unidas en 2015, es imperativo transformar los sistemas energéticos e industriales. En este contexto, las soluciones de eficiencia energética son fundamentales, promoviendo prácticas que van desde el uso eficiente de equipos hasta la integración de tecnologías avanzadas.
El término "desarrollo sostenible", acuñado en el informe Brundtland de 1987, define un modelo de progreso que satisface las necesidades presentes sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para hacer lo propio. Este enfoque recalca la importancia de políticas que equilibren el crecimiento económico con la conservación del medio ambiente, esenciales para mitigar problemas como el calentamiento global y la pérdida de biodiversidad.
En 2015, la ONU estableció la Agenda 2030 con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para abordar desafíos globales, incluyendo la energía limpia y la industrialización sostenible. Los ODS 7, 9 y 13, específicamente, se enfocan en garantizar acceso a energía asequible, promover la innovación tecnológica en la industria y combatir el cambio climático mediante prácticas eficientes y renovables.
Hoy en día, la sostenibilidad es una prioridad. Es crucial comprender cómo se interrelacionan diversos aspectos del uso de energía. La iluminación representa un porcentaje significativo del consumo energético en México y son necesarias las estrategias para limitar su uso en el desarrollo de proyectos industriales. Adoptar tecnologías más eficientes como iluminación LED, implementar sistemas de control de iluminación inteligente y aprovechar al máximo las fuentes de luz natural, son prácticas comunes que no solo reducen el consumo energético, sino que también contribuyen a un ahorro significativo en términos económicos.
Ajustarse a los objetivos de sustentabilidad también beneficia al medio ambiente y mejora la manera en que habitamos nuestros espacios, creando ambientes más confortables y saludables. Así, la transición hacia un uso más eficiente de la energía no solo es un imperativo ecológico, sino también una inversión en una mejor calidad de vida.
La implementación de sistemas de control y automatización en iluminación y otros sistemas industriales, juega un papel crucial en la consecución de los ODS. Estas tecnologías permiten:
Los sistemas de control y automatización en iluminación gestionan de manera inteligente el uso de luz artificial en espacios industriales. Utilizan tecnologías avanzadas como sensores de movimiento y programadores para ajustar automáticamente la iluminación según las condiciones ambientales y la ocupación, contribuyendo tanto a la eficiencia energética como al confort del entorno laboral.
Estas soluciones no solo reducen el consumo energético y los costos operativos, sino que también prolongan la vida útil de los equipos, ayudan a cumplir normativas ambientales y optimizan el mantenimiento preventivo.
La adopción de sistemas de control y automatización es fundamental para alcanzar un desarrollo industrial sostenible en México y más allá. Estas tecnologías no solo apoyan los objetivos medioambientales globales, sino que también ofrecen beneficios económicos a largo plazo, asegurando un futuro más próspero y consciente para las generaciones venideras.
Grupo Construlita
Por: Héctor Lara
Academia de Diseño de Iluminación
hector.lara@grupoconstrulita.com